Obispo, este es un tema muy importante acerca del cual también tengo muchas dudas. Qué bueno es saber que usted hablará sobre esto el domingo, porque no será un “sermón” sino realmente una enseñanza.

Fui obrera.
Me aparté de la Obra y de Dios por motivos que ya no sirve estar recordando, porque, gracias a Dios, quedaron atrás. Pero, cuando estuve “desviada del camino” hice cosas terribles: me prostituí de forma terrible, hacía programas por internet, donde “conseguía” a la mayoría de mis encuentros, pasé un buen tiempo con “compulsión” por el sexo, no lograba estar un solo día sin sexo, y, a veces, lo hacía más de una, dos, tres veces por día. Había días en los que no tenía relaciones y pasaba un verdadero “infierno”, porque pensaba en el sexo desde la hora en que me despertaba hasta la hora en que iba a dormir y ahí tenía que masturbarme.

Eso es tan enfermizo como alguien que se droga, porque es un vicio que domina a la persona y la hace perder cualquier noción de respeto por sí misma. Muchas veces, después del “acto”, generalmente con muchachos a quienes nunca había visto antes, me sentía “sucia”, “asqueada”, “repugnante”, “disgustada”, la peor de las mujeres, pero cuando me venían las “ganas incontrolables”, toda esa suciedad, asco y rencor pasaban y le daban lugar al deseo de ser quien Dios no me hizo para ser.

Un día me desperté.

Dios me reclamó todo eso y, siendo Él un Padre, me dio una nueva oportunidad, y fui “RESCATADA” en una Caravana del Rescate. Hoy estoy aquí para decir que es difícil, pero cuando queremos al Espíritu Santo, Él actúa de una forma extraordinaria, transformándonos en verdaderas nuevas criaturas. Al principio no fue fácil, pero yo me arrodillaba y lo único que salía de mi boca era “¡SEÑOR, MORTIFICA MI CARNE!”

Solo conseguía decir eso, tamaña era la voluntad de mi carne. Pero hoy puedo decirle a usted – no es que yo me haya convertido en una mujer frígida, ¡no, está atado! – lo que alimento es mi espíritu. Por eso sé que mi carne estará controlada de todo deseo, lo cual aún no puedo disfrutar hasta casarme – si eso estuviera en los planes de Dios para mi vida, si no, estaré aquí firme, fortaleciendo mi espíritu –, ¡¡¡¡porque al lugar de donde vine nunca más quiero volver!!!!

¡¡Gracias por sus enseñanzas y gracias por oír la voz del Espíritu Santo siempre, al punto de hacerse escogido como hombre de Dios para darnos una nueva chance de que tengamos Salvación!!

En la fe,
Amiga.

*********************************************************************************************

Obispo, este asunto, con certeza, deja a las personas muy intrigadas.

Siempre tuve muchas preguntas sobre la sexualidad y lo que debemos o no hacer con la compañera, etc. Pero creo que con un matrimonio ungido por Dios, en el que la compañera busca orientaciones y aclaraciones y el marido la respeta y entiende todo, puede ser resuelto entre la pareja.

Cuando estaba apartado de la vida con Dios, vivía sobre los deseos de la carne. Aún estando casado, buscaba otras maneras de satisfacer los deseos de mi carne. Tuve otra relación conyugal de la cual me arrepiento mucho, sin embargo eso ya forma parte de un pasado dormido y superado. Siempre me deleitaba al mirar en la calle a algunas muchachas que, usadas por el propio demonio, se aprovechan de su sensualidad para atrapar a los hombres a través del deseo de la carne.

Varias veces tuve relaciones sexuales con mi esposa pensando en ellas.
Escribiendo ahora, pude darme cuenta todavía más cuán asqueroso es todo eso y cómo nos causa un alejamiento de la presencia de Dios y el total dominio de nuestros pensamientos por parte del diablo.

Confieso que no fue fácil y no lo ha sido. Todos los días es una guerra constante para librarnos de los deseos de la carne y de las trampas del diablo, pero para los que quieren y perseveran, Dios tiene siempre un plan dedicado a las personas que Lo buscan, haciendo caer por tierra toda la atadura del diablo.

Hoy me doy cuenta cómo fui usado por el diablo al punto de casi destruir mi matrimonio, que hoy está bendecido por Dios y como brasa viva en todos los aspectos.
Todo eso fue conquistado con la perseverancia en la Palabra de Dios y con muchos propósitos y oraciones.

Que Dios ilumine a todos.

Amigo

*********************************************************************************************

Obispo, permítame…
Voy a orar a Dios para que, a través de usted, las personas entiendan que todo eso solo es vencido cuando se nace de Dios, pues es así que vencemos el mundo. No hay otra manera.

Quien no lo ve así, no nació de Dios. Pues si no nacemos del Agua y del Espíritu, JAMÁS VEREMOS el Reino de Dios, nunca veremos como Dios.

¡Está escrito! ¡Es así!

Cuando se nace de Dios, se ve así. Cuando aún se es carne, se cree que el problema sexual se resuelve casándose. Si el casamiento resolviese el problema sexual, no habría traiciones, divorcios…

La persona piensa: “Voy a casarme y seré libre de las tentaciones”. De ninguna manera. ¿Quiere casarse para tener sexo? Cásese. Pero no piense que ya no será tentado. Si caer en prostitución cuando está soltero es malo, casado entonces es peor.

Si es peor, el diablo va a quererlo más. Si el diablo no derrumba a la persona cuando está soltera, ciertamente tiene una estrategia para derrumbarla cuando está casada. ¿O no vemos adúlteros por ahí afuera e incluso “adentro”? Nacer de Dios es el remedio para los solteros, los casados – bien o mal –, los viudos/as, etc. etc. etc.…

Pienso así, fui un soltero así, soy un casado así – bien casado. Voy a vivir así.
Porque está escrito: “Sin Mí, nada podéis hacer”. Si no nacemos de Dios, no venceremos al mundo.

Sin embargo, esto no es una crítica a los que quieren una orientación.

Keferson

*********************************************************************************************

Observación: Este domingo 19, a las 18 horas, estaré refiriéndome al tema “Fe y Sexo” en la Av. João Dias 1800 – Santo Amaro (SP). Estaré respondiendo algunas preguntas intrigantes y sensibles posteadas en este blog.

¡Que Dios los bendiga!