¡Duda para el infierno!
Siguiendo el ejemplo de Dios, el diablo también trabaja con la palabra. Palabra o pensamientos de duda que generan miedos y preocupación. Ante eso, el sistema emocional es conmovido y las actitudes que siguen son siempre comprometedoras. Y es justamente esa la química del infierno para matar, robar y destruir.
No hay remedio eficaz para combatir ese tipo de ataque, sino afirmar los pensamientos en las Promesas Divinas y reaccionar. Tal reacción tiene que ser inmediata en la propia mente con pensamientos apoyados en la Palabra. ese contraataque de la fe combinada con una buena dosis de confianza y perseverancia lo hará huir. Eso significa sujetarse a Dios y resistir al diablo. Santiago 4:7
Buena música, buenos consejos, una palabra que conforta, entretenimiento o cosas semejantes funcionan como aspirinas. Alivian, pero no solucionan. Hay que usar la misma táctica de nuestro Señor, cuando resistió al «consejo» emotivo de Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Mateo 16:23
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