“Dios da el Espíritu sin medida” (Juan 3.34). A pesar de eso, hay una exhortación para llenarse de Él. ¿Hay alguna polémica en eso? ¡No! Son dos cosas distintas. Si por un lado Dios no nos da parte de Su Espíritu, por otro lado, buscar la plenitud del Espíritu es la actitud más sabia que podemos tomar.

Sabia porque mientras más se envuelve con los pensamientos Divinos y “bebe” de su Palabra, más consistencia habrá en la fe que se tiene.

Llenarse del Espíritu Santo, significa ocupar los espacios vacíos de la mente con ideas, pensamientos y consejos Divinos. Eso neutraliza las dudas. Es el caso de aquellos que han visitado este blog. Cada día hay un vaso de agua fresca que sacia y fortalece a los sedientos. Los internautas se quedan más invulnerables en la guerra contra el mal, ¿no es verdad?

¡No vaya este domingo a la iglesia sólo para cumplir una obligación con Dios! Y sí porque tenga sed de beber del agua de la vida que sólo el Señor Jesús puede ofrecer. Eso le hará tener vida para ayudar a los demás afligidos.

“Al que tiene sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis 21.6).